
La iniciativa de la UNESCO Climate Frontlines convocó a un taller de dos días en París sobre el conocimiento que poseen los pastores africanos sobre la meteorología y el clima. Participantes de África del Este, del Centro y del Oeste, e investigadores compartieron perspectivas sobre cómo el conocimiento tradicional puede contribuir a la previsión e información meteorológica. Este evento hizo énfasis en la necesidad de fortalecer la capacidad de las comunidades pastorales para adaptarse al cambio climático a través del trabajo conjunto con las personas involucradas en la toma de decisiones. Este taller fue también una oportunidad para revisar el diseño y el contenido propuesto del Proyecto en primera línea del cambio climático en África.
Los objetivos de la reunión fueron:
- Proporcionar un foro para el intercambio de los conocimientos y experiencias de los expertos pastoralistas de los países menos adelantados (PMA) de África que resultan relevantes para la evaluación y adaptación al cambio climático.
- Activar el diálogo entre y a través de los pastores e investigadores que trabajan en temas relacionados
- Proponer y evaluar metodologías para reunir diferentes campos de conocimiento.
Los participantes presentaron propuestas de financiamiento para integrar los conocimientos indígenas pastorales sobre las predicciones meteorológicas en Burkina Faso, Chad, Níger, Etiopía, Kenya, Tanzania y Uganda.
En el primer día de mesa redonda, representantes de las comunidades pastorales tomaron la iniciativa para discutir sus respectivas situaciones y problemáticas. Compartieron los conocimientos de sus comunidades sobre la previsión meteorológica, así como los retos que enfrentan para conseguir que el conocimiento indígena sea reconocido en la ciencia y en la toma de decisiones gubernamentales. Cuestiones tales como los impactos económicos, sociales y culturales acarreados por el cambio climático, las técnicas de predicción tradicionales para mitigar los efectos de la sequía en la ganadería y en los modos de vida de las comunidades rurales, las relaciones y los roles de género en el pastoreo, en el acceso y en la gestión de los recursos naturales, los conflictos que enfrentan con agricultores y grupos étnicos y los problemas transfronterizos, a menudo relacionados con el uso del suelo, con las enfermedades de los animales o con las instalaciones transfronterizas.
En el segundo día, los representantes de las comunidades pastorales hicieron presentaciones sobre la situación en África occidental y oriental con los investigadores y representantes de gobiernos. Hablaron de la necesidad de invertir en la educación para hacer frente a los impactos del cambio climático en sus sistemas de vida, de la importancia de trabajar en conjunto con los científicos expertos en clima y de la necesidad de comprometerse con las personas involucradas en la toma de decisiones para aumentar las posibilidades de lograr una adaptación exitosa al cambio climático.
La propiedad del ganado
Los ‘Mbororo del Chad practican la trashumancia alrededor del Lago Chad con su icónico cebú rojo Peul o Bororo. Los Maasai de Tanzania participan de un sistema de producción pastoral de múltiples especies que incluye ovejas, cabras, vacas, burros y gallinas. Del mismo modo, los Afar suelen transportar muchos tipos de animales, entre ellos camellos, vacas, ovejas y cabras. Sin embargo, el camello es el animal más importante, tanto es así que los Afar se llaman a sí mismos la gente del camello. Los pastores Bahima, grupo étnico de habla bantú, dependen de la producción ganadera y del ganado ankole de cuernos largos.
Los roles de género
Las mujeres representantes de Chad destacaron que existe una división entre los géneros en la propiedad del ganado: los hombres poseen el ganado, pero la leche pertenece a las mujeres. Según ellas, los hombres, que son los pastores, conocen mejor el ganado. Por lo tanto, cuando los hermanos y hermanas tienen que compartir la herencia, los hermanos normalmente escogen el mejor ganado y dejan el resto a sus hermanas. Los Peul del norte de Burkina Faso comparten similitudes con el caso ‘Mbororo: ambos sexos reciben el ganado no sólo como un regalo cuando son niños, sino también como un precio por la novia o dote. De acuerdo con el representante de Tanzania, mientras que la movilidad de los pastores Maasai ha disminuido con el tiempo, las comunidades conservan residencias permanentes y temporales. Las mujeres y los niños que van a la escuela permanecen en las residencias permanentes. Los hombres jóvenes y fuertes se mueven de lugar en lugar en busca de forraje y agua, construyendo residencias temporales donde quiera que van. Entre los Karamojong de Uganda, las mujeres son responsables de la construcción de casas, del cuidando de niños y de las tareas domésticas comunes. En el mismo país, los Bahima tienen una estricta sociedad patriarcal: los hombres son los únicos dueños y herederos de los bienes del hogar, incluyendo el ganado. Los Afar etíopes también son patriarcales dentro de su forma de vida, las decisiones económicas y políticas son tomadas por grupo de ancianos llamado Asayamaras. Existen además varias otras formas de subordinación de las mujeres y niñas, como por ejemplo en lo que respecta la herencia del patrimonio familiar, siendo la proporción recibida por los hijos varones mayor que la recibida por las hijas. Otro ejemplo de esta subordinación se manifiesta en la desigual repartición de la cantidad y la calidad de los alimentos consumidos en el hogar. Dicha práctica tiene como resultado una visible desnutrición de las mujeres y las niñas.
El conocimiento tradicional y la gestión del clima
La previsión tradicional del clima informa las actividades pastorales de los ‘Mbororo, mientras que los pastores Peul de Burkina Faso, que son más sedentarios que sus vecinos de Chad, leen las estrellas como fuente de información tanto para su actividad agrícola como para sus tareas pastorales. El representante de esta comunidad ha explicado que las estrellas ayudan a determinar el comienzo de la temporada de cultivo. En el momento del año en que las estrellas tienen la forma de una azadón la comunidad comienza a preparar los campos para los cultivos, y añadió que en su comunidad utilizan un modelo de tres temporadas climáticas, más que el modelo científico de dos temporadas. La primera es la estación seca, durante la cual los hombres de la comunidad preparan los campos y las tierras de pastoreo, mientras que las mujeres venden leche y cuidan de sus hogares. La segunda, es la temporada de lluvias, que anuncia a las comunidades Peul agropastorales el inicio del crecimiento del cultivo ; y la última es la temporada posterior a la cosecha, durante la cual los animales son llevados a pastar a los campos de cosecha Peul. Para los Afar, en cambio, la predicción tradicional se practica para facilitar la toma de decisiones sobre la migración, el almacenamiento y la liquidación de animales. Al igual que otros pastores, los pronosticadores meteorológicos tradicionales (hechiceros) observan entidades biofísicas tales como plantas, el comportamiento animal, las estrellas, las nubes, la dirección del viento, etc., para predecir el tiempo. Un ejemplo común de la predicción Afar es el uso del árbol de Dobera glabra (comúnmente llamado Gersa). Este árbol se dice que se convierte de color verde oscuro cuando hay una sequía inminente. Por su parte, los Karamajong afirman que cuando un árbol de flores de tamarindo produce una mayor cantidad de frutos que de costumbre, es porque una mala temporada seca está por llegar. Las observaciones son realizadas por los ancianos con experiencia y conocimiento, quienes convocan a los miembros de la comunidad para comunicarles la información pertinente y luego trabajan en conjunto para decidir qué hacer sobre la base de la mala o buena temporada esperada.
Los desplazamientos
La información sobre el clima y la política local se transmite entre los Afar a través una red de comunicación tradicional llamada 'Dagu'. Esta efectiva práctica de comunicación constituye también una eficaz red que ayuda a los Afar a escapar con facilidad de la sequía y los conflictos, dando oportunidades de movilidad. Entre los Mbororo, las decisiones para conducir el ganado de un lugar a otro dependerán de factores tales como la migración de las aves o el comportamiento del ganado. Por ejemplo, los pastores saben cuándo llevar el ganado a otro lugar debido a la observación de las estrellas, o la forma en que el ganado mueve sus orejas. La introducción de los teléfonos móviles también ha incrementado la comunicación entre los pastores, para ayudar a tomar decisiones sobre dónde ir después. Los movimientos estacionales de los Mbororo más allá de las fronteras de Chad ha creado conflictos con los países vecinos, como la República Centroafricana. En cambio, en Burkina Faso los Peul tienen acuerdos transfronterizos con los países vecinos con el fin de permitir a sus pastores que crucen las fronteras de la trashumancia. Por su parte, los ancianos Karamojong aconsejan a los hombres jóvenes las condiciones del clima y a dónde dirigirse en caso de sequía. Cuando la sequía es detectada por los ancianos, se aconseja a los jóvenes de trasladarse a mejores zonas con sus animales más fuertes como son las vacas secas, los bueyes, las cabras y las ovejas.
Los impactos climáticos
Los Maasai perciben que la sequía ha aumentado tanto en intensidad como en frecuencia. Períodos que eran por lo general de lluvia en el pasado están volviéndose cada vez más secos. La sequía recurrente es también un problema común en las zonas de pastoreo Karamajong. Del mismo modo, el reto más importante para los Afar es la recurrencia y aumento de la frecuencia de la sequía. A pesar de la evidencia empírica que indica que en la región Afar no ha habido mucha disminución de la cantidad de lluvia durante las últimas cinco décadas, la distribución y la variabilidad se han incrementado alterando las rutas migratorias tradicionales. Los Afar afirman que en el pasado solían haber siete períodos de lluvia por año. Sin embargo, la cantidad de períodos de lluvia se redujo a dos o tres en un año afectando la productividad de la ganadería y, en consecuencia, el bienestar de los animales. Por otra parte, los Mbororo y Peul del norte de Burkina Faso observan que la sequía y las inundaciones han estimulado el desarrollo de malas hierbas que sus animales no suelen comer. Esto ha afectado su aspecto, su peso, su salud (ya que han desarrollado gusanos en el hígado) y ha reducido el crecimiento debido a la desnutrición.
Las estrategias de adaptación
En cuanto a las medidas de adaptación al clima, los Peul del norte de Burkina Faso aún no han adoptado camellos, a pesar de que estos animales son generalmente considerados resistentes e incluso inmunes a la sequía. No obstante, los Peul encuentran estos animales en sus interacciones con los Tuareg que los crían para ecosistemas mucho más secos y áridos. En el Chad, los Mbororo están empezando a introducir camellos dentro de sus comunidades, aun cuando están fascinados por su aspecto peculiar todavía se les considera inusuales. En Burkina Faso, los institutos de investigación están promoviendo el uso de una mejor alimentación para el ganado con el fin de ayudar a los pastores a adaptarse a la disminución de las tierras de pastoreo, la reducción de tamaño de las ovejas debido a dietas pobres. Sin embargo, los pastores Peul no quieren utilizar estos nuevos alimentos, ya que no están familiarizados con ellos ni tampoco han sido consultados dentro los procesos de investigación y producción. Las comunidades pastorales están invirtiendo en la educación como una estrategia de adaptación al cambio climático, la globalización y la incertidumbre que enfrentan en lo que respecta sus modos de subsistencia. Esto les ha llevando a volverse más sedentarios, especialmente en lugares como Burkina Faso. Sin embargo, mientras que en Burkina Faso y Níger, los Peul y Tuareg han incorporado por completo la educación occidental, en las comunidades Mbororo la educación ha sido adaptada a las realidades locales con el fin de beneficiar a un estilo de vida pastoril. Por ejemplo, las escuelas nómadas permiten que los niños puedan ir a la escuela durante ciertos días y horas de la semana, mientras que utilizan los otros días para el pastoreo y demás actividades relacionadas. En el taller también se discutió sobre los conflictos existentes tanto entre los diferentes grupos de pastores como con las comunidades agrícolas. De igual modo, se habló de la religión. En la comunidad Mbororo, por ejemplo, la religión juega un papel importante: su integración en la protección del medio ambiente proporciona, además, la motivación y las razones para que las personas cambien su comportamiento y protejan el medio ambiente. Al final de la mesa redonda, los participantes coincidieron en que había sido una gran oportunidad para compartir conocimientos y establecer contactos con participantes de otros países que experimentan problemas similares.

LINKING INDIGENOUS & SCIENTIFIC KNOWLEDGE SYSTEMS FOR WEATHER FORECASTING AND POLICY RESPONSE IN AFRICA